A medida que uno va creciendo su ocio va cambiando, cuando tienes 20 sales todos los días que tu economía te lo permite y lo importante es lo que viene después de la cena, como si se tratara de un viacrucis te vas arrastrando de garito en garito y muchas veces te pilla el día por el camino.
Creces un poco, empiezas a trabajar, es el único momento de tu vida en el que realmente tienes pasta, aunque tu ilusamente piensas que la cosa va a ir a más y quedas para cenar, vas al restaurante que te recomiendan, te tomas la copa en el garito de moda y te vuelves a casa más tieso que la mojama, pero no importa porque tus compañeros de piso son tan majos que se hacen cargo de todas tus facturas, pero claro no vas a vivir toda la vida con tus padres.
Luego está esa edad difusa definida por la hipoteca o alquiler en la que se empieza a ser anfitrión sin tener idea de como funciona un horno y tienes que dar de comer a tus amigos que llevan tantos años como tu yendo a cenar y beber y hay que reconocer que estamos muy mal influidos con tanta tapa de diseño y deconstrucción, son unos expertos gourmets y con mucho sentido del humor del error ajeno, lo mismito que haces tú cuando vas a sus casas, así que ahí va una receta sencilla para todos esos valientes que toman el mando de sus fogones.
Ingredientes:
- 1/2 kilo cebollas rojas
- 4 cucharadas de mantequilla
- 6 cucharadas de azúcar
- 3 cucharadas de vinagre
- tomillo
- sal
- pimienta
- masa de hojaldre con forma redonda
Preparación:
- Precalentamos el horno a 180º
- En una sartén que pueda ser cubierta con la masa de hojaldre y metida en el horno, ponemos el azúcar y la mantequilla a fuego medio hasta que se disuelva el azúcar, añadimos la cebolla y la rehogamos a fuego lento para que quede caramelizada.
- Añadimos el vinagre y el tomillo, salpimentamos y rehogamos hasta que se evapores el líquido.
- Cubrimos la sartén con el hojaldre, que quede bien cerrada.
- Horneamos hasta que se dore, dependerá de cada horno y dejamos reposar 10 minutos.
- Le damos la vuelta poniendo un plato encima de la sartén como si fuera una tortilla y giramos sin miedo.
Receta sacada del libro de Cocina francesa de Parragon Books Ltd
MMMMMMMmmmmmmmmm!!!!! Por Dios Lourdes, con lo que me gusta la cebolla caramelizada…Y lo mejor es que todas las recetas que nos traes no dan ningún miedo. Esta también me atrevo!!!
Mil gracias. UN beso enorme
Por cierto, esta cebolla caramelizada me valdría para una tortilla de patata o para acompañar un queso de cabra horneadito???
Pues perfectamente, para que te hagas una idea, la cebolla caramelizada para la tortilla de-construida salió de esta receta, hay que hacer como las amebas, la ley del mínimo esfuerzo 😉
Un beso!
Qué original! me gusta mucho tu propuesta.
Besos
Gracias Mónica!! yo tengo pendiente tu empanada.
Besos
Impresionante debe estar con la cebolla caramelizada.
La verdad es que es algo sencillo, que se puede cocinar en cantidad y luego añadir a un montón de platos.
Que original Lourdes!! tiene que estar buenísima…
Besos
Estaba muy rica y sobre todo es facilísima 🙂
hola. Soy Ada, de Semproniana. Gracias por la visita. Estamos en contacto!
Gracias a ti por darnos de comer tan bien, me encantó todo lo que probé.
Un abrazo y gracias por la visita!
A mi tambien me encanta la cebolla caramelizada. Y doy fe que va genial en la tortilla de patatas. Esta receta cae fijo, que ademas es rapidita y facil. Muchas gracias Lou!
Muchas gracias a tí!! a ver sin nos vemos joorrr
Un besazo!!