La plaza de los Vosgos es la más antigua de París, en ella fue herido y muerto Enrique II, el médico de su mujer por lo visto había predicho el accidente. La viuda mandó demoler esta plaza.
Su mujer se llamaba Catalina y mientras que su marido estuvo vivo su papel fue secundario, la soberana era la amante del rey, Diana de Poitiers, mujer brillante, financiera y obsesionada por no envejecer, en su búsqueda por el elixir de la eterna juventud se atiborró a oro, lo cual por lo visto le aportaba una piel pálida y con cierto halo ¿precursora del hilo de oro?
Catalina no era una mujer apocada, más bien todo lo contrario, se trataba ni más ni menos que de Catalina de Médicis, su médico era el mismísimo Nostradamus, que por lo visto le preparaba horóscopos, como en los periódicos, por no hablar de sus profecías. Fue madre de Margarita de Valois (la Reina Margot) cuyo marido, Enrique de Navarra, cambió tantas veces de religión que hizo célebre la frase de «París bien vale una misa» y de nuestra Isabel de Valois, la mujer favorita de Felipe II a la cual acusó su madre de estar demasiado españolizada.
París de esa época debía ser una fiesta de intrigas palaciegas, ahora el Marais es un barrio obligatorio en una visita a la ciudad de las luces y si se quiere comer por la zona podemos ir a Le Tabarin, un lugar agradable, con buena música, muy amables y platos ricos aunque la carta no es muy extensa, yo tomé foie grass y confit de canard, pero también se pidió queso, pescado y suprema de pollo, para beber vino y todo por 108€, cuatro personas que eso en París es más que bien.
21 rue amelot, paris
75011 París